Motivaciones







Lanzarote, Caballero novelesco

Lanzarote tiene como motivo fundamental el amor hacia Ginebra, teniendo incluso que perder su honra al subir a la carreta,  ya que el amor es más fuerte que él mismo. Y lo hace estar cegado por su señora, perdiendo por algunas lapsos su realidad al andar fantaseando con ella. En su camino se encontrará con bellas doncellas que quieren retenerlo y tratar de buscar algo más allá pero Lanzarote siendo muy inteligente y cortés las niega a todas argumentando que su atención está fijada en quién lo seduce hermosamente y amablemente (Ginebra). Como dice Andrés el Capellán en el libro tratado de amor cortes:

“el verdadero amante no desea nunca abrazar ni poseer a nadie, más que a su amada.”

El amor es  tan fuerte en el caballero de la carreta que incluso llega al intento de suicidio como le sucede al ver a la reina Ginebra por que se estremece inesperadamente al ver a su amada:

“…el caballero de la ventana reconoció que era la reina y no dejaba de contemplarla. Cuando dejo de verla estuvo a punto de dejarse caer por la ventana y despeñar su cuerpo por el valle…”

Llega a convertirse en una especie de obsesión ya que más a delante el caballero de la carreta recoge algunos cabellos de su amada como excusa para seguir adelante en su viaje para rescatarla y estar con ella. Conforme transcurren las narraciones del libro, el amor deja de ser un pensamiento para el caballero y se empieza a transformar en un dolor físico que al caballero no le va a importar siempre y cuando el amor pueda vencer cualquier adversidad:

“…no pudo resistirlo su corazón y estuvo a punto de caer doblado…”

“…entre el gran dolor que le causaba el paso, avanza con enorme destreza. Manos, rodillas, y pies se ensangrienta. Pero de pronto le conforta y le cura Amor que le conduce y guía, de modo que dulce le era el sufrimiento…”

Sin embargo este sentimiento llega a su máximo una vez que Lanzarote llega a estar frente a la Reina Ginebra. Lo curioso es que ésta lo rechaza de manera sorpresiva causándole todavía más dolor del que ya ha sufrido a lo largo de su travesía. No importándole el desprecio, la humillación. Andrés el Capellan nos menciona:

“el amor conseguido fácilmente se vuelve de poco valor; el conseguido con esfuerzo se hace más estimable y más apreciable”

Se puede pensar que sería en vano la gran aventura que el caballero de la carreta había logrado, pero, recordemos que todo alguna vez tiene su recompensa, y una vez que se dice que Lanzarote ha muerto, la reina es ahora quien sufre los estragos del amor que le ocasionara duelo, perdiendo el apetito y sintiéndose demasiada triste. Todo esto nos lleva a la consumación del verdadero amor entre Lanzarote y la Reina Ginebra demostrando que valió mucho la pena sufrir tantas desventuras y pasar bastantes riesgo ya que cuando estos dos se encuentran en la intimidad ocurrirá algo verdaderamente digno de contarse:
“…Ante ella se postra, y la adora: en ningún cuerpo santo creyó tanto como en el cuerpo de su amada. La reina le encuentra enseguida con sus brazos, le besa, le estrecha fuertemente contra su corazón y le atrae a su lecho, junto a ella… de amor procede tan cálido recibimiento. Si ella siente por él un gran amor, él la ama cien mil veces más…”

Por otra parte no podemos olvidar que también el honor aquí juega un papel importante  aunque no sea mencionado, el caballero lucha por recuperarla. Recordemos que al inicio se sube a la carreta, donde sólo subían los ladrones, los asesinos y los traidores. Al trepar automáticamente la pierde y es muy difícil recuperarla. Con forme avanza las aventuras de Lanzarote, éste tiene que enfrentarse a una serie de caballeros que le ayudaran a recuperar esa honra.

El primer encuentro que tiene es con un guardia que custodiaba un puente. La batalla entre ellos dura poco ya que Lanzarote es un caballero dotado de una fuerza extraordinaria. Vence a este contrincante y lo quiere matar. Sin embargo, podemos ver otra faceta del caballero de la carreta y es que se muestra como un personaje piadoso dejando en libertad a quien había derrotado.
Continuando con su aventura se enfrenta a muchos caballeros y con su gran valentía vence a la gran mayoría, quien había visto tales hazañas pensaba:

“ -¿Habéis visto? El que estuvo en la carreta ha conquistado hoy tal honor que se lleva consigo a la amada del hijo de mi señor…alguna virtud habrá encontrado en él…”

El caballero pasa una serie de pruebas que comprobarán cuál es su temperamento siendo éste valiente, inteligente, el amor como ese motor que lo impulsa a seguir con paso firme a su fin. Cabe mencionar que éste caballero a comparación con las características que lo identifican como amoroso se va al extremo de una manera drástica. Mientras en el amor es fiel y aguanta todo; en la etapa respecto al honor es despiadado, engreído; incluso llega a ser iracundo:

“…el caballero le tira del yelmo tan bruscamente que le rompe todos los lazados del cuello…El caballero descarga el golpe y le vuela la cabeza hasta en medio del prado, mientras el cuerpo se desploma…”

Todas estas características le dan la pauta para de verdad conseguir el honor, para cuando se acerque su batalla decisiva consumar todos los esfuerzos obtenidos a base de fuerza y motivación a través de la derrota de Meleagant, consiguiendo dos cosas: amor y honor que son sus principales motivos personales.


Roldán, caballero épico.

El objetivo de este trabajo es exponer los dos motivos que incitan las acciones del caballero Roldán, así como describir algunas características del cabello épico así como de la relación de vasallaje.
El Cantar de Roldán es una canción de gesta que se basa en un hecho histórico la batalla de Roncesvalles, por lo que Roldán es un personaje de corte épico, un caballero épico. Roldán como caballero épico se presenta ante nosotros como un personaje con características ya dadas, es decir, no como el caballero novelesco que se va perfeccionando con la superación de pruebas;  desde un inicio el ya es el mejor . “Helo aquí elegido para la retaguardia y no tenéis barón alguno que pueda reemplazarle”.[i] El caballero épico Roldán tiene dos motivos que determinan sus ejes de comportamiento y algunas de sus características.
El primer motivo que sirve como eje de comportamiento a Roldán es la relación de vasallaje con su rey, es decir, que está al servicio de su emperador Carlos, como buen caballero épico le es leal en todo momento a su señor, y entra en conflictos bélicos para acrecentar su poder así como para honrarlo[ii] aunque esto le lleve a perecer.  Lo cual podemos ver ejemplificado en el Cantar de Roldán cuando éste les dice a los francos antes de entrar en batalla.
“Por su señor deben soportar grande aflicciones, sufrir intensos fríos y calores sofocantes, perder la sangre y la piel. Golpear con vuestras lanzas y yo con Durandarte, mi buena espada que el rey me ha donado. Si yo perezco, podrá decir el que la tenga
-Ésta fue a espada de un noble vasallo”[iii]
La relación del caballero épico con su rey es cercana ya sea porque éste viva en la corte de su señor o tengan algún parentesco familiar, en el caso concreto de Roldán hay una relación de sangre, ya que el conde Roldán es el sobrino del emperador Carlos. La relación de vasallaje de entre el rey y su caballero se caracteriza por ser de mecenazgo, en el caso concreto de Roldán el rey da territorios a su sobrino por su victoria en las batallas.
El segundo motivo que guía las acciones del caballero épico, Roldán, es el mantenimiento de su honra, al caballeo épico no le importa la muerte, mientras su honra quede intacta se muestra desafiante ante el destino,  en el Cantar de Roldán esto se presenta cuando el conde se niega a tocar el olifante y prefiere enfrentarse a los sarracenos para no ser deshonrado, decisión que lo lleva a la muerte
“Siente Roldán que la muerte le va haciendo presa (…) bajo el pone su espada y su olifante. Ha vuelto su rostro hacia la gente infiel porque quiere que Carlos y los suyos digan que él el conde esforzado ha muerto victorioso”.[iv]
 Entonces podemos concluir que el caballero es motivado por dos cuestiones la recuperación y mantenimiento de su honra, así como por la servicio a su señor.



[i] Teixidor Felipe.tr., Cantar de Roldán, México, Porrúa, 1974, p.39
[ii] Lobato, Lucila, Del caballero épico al caballero novelesco: Acercamiento a la evolución del personaje, 2009, p.111.
[iii] Teixidor Felipe.tr., Cantar de Roldán, México, Porrúa, 1974, p.34.
[iv] Teixidor Felipe.tr., Cantar de Roldán, México, Porrúa, 1974, p.61